10.2. Los orígenes del feminismo: El Sufragismo

El feminismo moderno se inicia en 1848 con la reunión de doce mujeres en Seneca Falls (Nueva York). Allí crean la famosa “declaración de sentimientos” para pedir el derecho al voto, la participación política y la igualdad en la educación para las mujeres.
Podemos distinguir dos orientaciones en el movimiento sufragista. El feminismo moderado y el feminismo radical:


Sufragistas moderadas: además del derecho al voto pedían la reforma de las costumbres y la moralidad: prohibición del alcohol, la prostitución y el libertinaje de los hombres. Esta rama fue alentada por las iglesias evangélicas y metodistas en los EE.UU. que además de revindicar la participación política de la mujer apostaban por su función familiar. En el mundo católico también surgen iniciativas como en Prusia donde en 1850 se abre una universidad para mujeres donde se impartían estudios de magisterio. En Francia Marie Maugeret creó el feminismo cristiano con propuestas como el trabajo fuera del hogar, la igualdad de sueldos, el derecho a la propiedad de las mujeres casadas, etc. La Alianza Internacional Juana de Arco promovió la defensa de la feminidad y la función social de la mujer como cabeza del hogar.

Sufragistas radicales: Buscan la liberación sexual de la mujer. Este objetivo pasa por devaluar su función familiar y doméstica. Entienden la situación de la mujer no en inferioridad respecto al varón, sino que está oprimida por este. Defienden el derecho de la mujer a trabajar para no depender del matrimonio. Entienden que el servicio a la familia impide el desarrollo de la personalidad femenina. Fourier, los saintsimonianos, Flora Tristan en España, defenderán la liberación sexual que pasa por desvincular a la mujer de la educación de los hijos, la cual estaría al cargo del Estado. Ellos mismos crearían comunas donde depositarían a los niños para que fueran “educados” en las doctrinas libertarias.

  ©Template by Dicas Blogger.