6. LAS POLÍTICAS DE POBLACIÓN

El presidente norteamericano Eisenhower, a principios de la década de los años 50, tiempo en que comienza el debate sobre la contracepción, ordena al Gobierno de los EE.UU., mantenerse al margen en la cuestión. Pero en la década siguiente, a instancias del presidente Kennedy, comienza el apoyo oficial e institucional del gobierno norteamericano a las políticas de control natal. En 1965, 17 de los Estados norteamericanos aprobaron leyes para que “las jóvenes parejas pudieran practicar la contracepción”. Luego, el Presidente Johnson declaró en su mensaje sobre la salud y educación de 1966: “Es esencial que todas las familias tengan acceso a la información y los servicios que permiten que se pueda elegir libremente el número y espaciamiento de los hijos, dentro de los dictados de la conciencia individual”.
Tras el fracaso del programa de ayuda económica a Latinoamérica, la “Alianza para el Progreso”, promovido por el presidente Kennedy, su sucesor, Johnson, en el tristemente célebre discurso en las Naciones Unidas dijo que “actuaría sobre el hecho de que cinco dólares invertidos en control natal equivalen a cien dólares invertidos en crecimiento económico”, lo cual implicó que a partir de ese momento la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID), organismo oficial de ayuda norteamericana, volcará un volumen importante de sus recursos a los programas antinatalistas. La guerra contra la población había sido declarada por los Estados Unidos, y en el propio seno de las Naciones Unidas…

“Existen 3 mil millones de personas en el mundo y solamente 200 millones son nuestras. Tenemos una desventaja de 15 a 1. Si la fuerza tuviera razón, inundarían Estados Unidos y se llevarían lo que tenemos. Nosotros tenemos lo que quieren. Es decir, el enemigo es el mundo entero y si no lo hacemos bien, se abalanzarán sobre nosotros para quitarnos lo que es nuestro”. Johnson. Presidente de los Estados Unidos

La UNFPA
Apenas un año después, en 1967, se crea el Fondo de las Naciones Unidas para Actividades en Materia de Población (FNUAP), del que se nombra director en 1969 a Rafael M. Salas, quien le da un fuerte impulso, y en junio de 1973 ya disponía de un capital de más de 100 millones de dólares. A partir de fines de la década de los sesenta, el Banco Mundial (que en 1970 otorga su primer préstamo para control demográfico), dirigido entre 1968 y 1981 por Robert McNamara, sumado a diversas agencias de las N.U., existentes o creadas al efecto (especialmente el FNUAP, PNUD, UNICEF, OMS y la FAO), se lanzan a las campañas mundiales de control natal. Así, por ejemplo, en el discurso inaugural como nuevo Presidente del Banco Mundial, Robert McNamara se dirigió a la Junta de Gobernadores del mismo, el 30 de septiembre de 1968 en la ciudad de Washington, en estos términos: “El rápido crecimiento demográfico es una de las mayores barreras que obstaculizan el crecimiento económico y el bienestar social de nuestros Estados miembros”.

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