10.4. Simone de Beauvoir y el Segundo Sexo

En 1949 la filósofa francesa Simone de Beauvoir escribe su libro “El segundo sexo” en el que postula que la mujer se encuentra históricamente subordinada al varón en un estado de inferioridad. Interpreta la historia en clave de opresión y explotación.

“El hombre, como sujeto de la historia, ha marginado siempre, y en todas las civilizaciones, a la mujer, limitándola a las tareas de reproducción y el trabajo doméstico; lo que llama “la trampa de la maternidad” que subordina a la mujer, constituyéndola en un segundo sexo subordinado al varón para complacer su egoísmo”. Jesús Trillo Figueroa

Simone realiza un análisis brillante y acertado de la situación de la mujer y durante toda su obra trata de humanizar y enriquecer la condición femenina. El problema es que se inspira en una filosofía existencialista atea y que en nada humaniza a la mujer, al contrario la conclusión final es que esta ha de suprimir la feminidad liberándose de las “ataduras de su naturaleza” y de las funciones asociadas a ella: la maternidad y el hogar. Para Simone la mujer es un varón con un cuerpo molesto.
Pero su gran obra es la vida que llevó, convirtiéndose en el icono del feminismo radical, en el paradigma del comportamiento que imitar y admirar: una mujer autónoma, independiente, inhibida de prejuicios; partidaria del amor libre, del aborto; atea militante; escandalosa, y alternativamente heterosexual o lesbiana; y finalmente, comprometida, con el socialismo, con el feminismo y con todas las causas progresistas y transgresoras.
Simone fue una mujer muy inteligente, que sin embargo vivió toda su vida a la sombra de su amante Jean Paul Sartre que jamás la trató como a un verdadero amor. Nunca la propuso matrimonio y la llamó de usted durante toda su vida. Se servía de ella intelectualmente y físicamente cuando le convenía o le apetecía. Sartre definió a Simona como su amor necesario pero no suficiente.
Sastre era un personaje feo que medía 1,55 y tenía estrabismo. Su principal obsesión era seducir a las mujeres con su “pico de oro”. Sastre buscaba mujeres jóvenes y hermosas para desvirgarlas y Simone se encargaba de proporcionárselas de entre sus alumnas de 16 años. Algunas de ellas quedaban embarazadas y Sartre exigía que abortaran, así que Simone se encargaba de practicarlo, como en el caso de Michelle Vian que quedó hasta tres veces embarazada de Sastre, y Simona, por tres veces la provocó el aborto hasta que la chica quedó estéril. Otras quedaron tocadas mentalmente con las prácticas sexuales que practicaban. En los últimos años de su vida, Simone vivió con una chica de 16 años llamada Sylie Le Bon con la que se acostaba.
Hacia 1969 publicó la obra “La mujer rota”, en la que constata y reconoce, que a pesar de sus esfuerzos, su vida ha sido un fracaso.

Pensamiento de Simone de Beauvoir


Simone de Beauvoir conecta con las corrientes del pensamiento aún vigentes en la actualidad: el nihilismo y el existencialismo, que niegan la metafísica y la naturaleza humana y conciben al hombre como un ser autónomo que se construye a sí mismo; el marxismo; que postulaba un igualitarismo absoluto y el camino de la praxis revolucionaria, y las teorías que fundamentan la revolución sexual en la que nos encontramos inmersos.
Para Simone de Beauvoir la historia debe interpretarse, siempre en función de los intereses de los varones en mantener pasiva y limitada a la mujer. No existe una naturaleza femenina, esta es una creación de la historia y de la cultura. La mujer tan sólo tienen una dimensión corporal, que la condiciona y de la que debe desprenderse para poder llegar a ser como el hombre: la maternidad. La mujer debe emanciparse en una doble dirección: de un lado, del dominio y de la explotación del varón, y por lo tanto de las instituciones que sirven a este fin, tales como el matrimonio y la familia; de otro lado, de la represión sexual a la que ha estado sometida por la religión y de la moral tradicional.

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